Es cierto… llegué
Con mis alas abiertas
Y el corazón sin deudas
Expuesta hasta los tuétanos
Por alcanzar el paraíso terrenal
Que ofertan los más sabios
Y me fui introduciendo en un realismo impúdico
Entre la agonía y la in trasparencia
No encontré al buen hermano
Ni la palabra empeñada
Ni siquiera pude ser yo misma
A pesar de la perspicacia y el espíritu
Perros en celo acechando mi falda
Envidia y contradicción aplastando el talento
Competencia y surrealismo
Y el odio insolente
Desbordado en cada esquina
Teatros mundanos
Enigmas, y quimeras
Envueltas en todas las miradas de mi época
Entonces miré y pude ver
El alto rigor de mi llegada
Propensa al llanto y a una espera incalculable
No hubo compasión, solo distancia
Camino paralelo
Nublando el amanecer que nos tocaba
Ambiguo navío
Coleccionando naufragios y congojas
Serena sombra
Vagando como viento de cuaresma