Era de noche y estaba sola
Tratando de alcanzar la salamandra
Que cruzaba sin prisa
Mis labios se afanaron por gritarle
Mi corazón latía
En medio de un relámpago morboso
Y se me hincho de pronto la esperanza
Y sentí mucho frío
Una nevada ilesa
Corría por mis muslos
Sonoros
Y confusos
Más no era hora de pensamientos
Sórdidos
Ni de utilizar la lupa
Por eso me hinqué sobre el enjambre
De contoneos varoniles y tersos
Y me hice a la mar de la lujuria
El momento era perfecto
También sonoros los quejidos
Y hasta el sisad de morfas elocuentes
Parecían la gloria
Me dolía la piel
Y hasta el mismo centro
Por donde te metías sin reparos
No era el momento justo para huir
Eran muchos los latidos sobre el pecho
El agua que corría por cada poro en ebullición
Y tú estabas dispuesto
Sin prevenciones ni futuros
Solamente el presente y ser mi dueño
Era de noche y estaba sola
Sola en medio de una soledad confusa y mórbida
Y recorrí de palmo a palmo tu esbeltez usurpadora
Tu cuerpo libido
Tus ojos ofreciéndote
Muchos meses pasaron
encasillados al poder inalámbrico
Tu voz relampagueante con su intenso susurro
Desordenando mi inmensidad de amar
Y fuimos un hombre y una mujer llenos de savia
Una mujer y un hombre capaces y atrevidos
Era de noche y estaba sola
Sola en una soledad que duele y atemoriza
Y no hubo compasión a la hora inesperada
Ni palabras para componer el vaso roto
De nada valieron los instintos
Los ojos en salmuera
El corazón a punto de quebrarse
No hubo tregua al desenlace
Ni a la posibilidad de la defensa
Todo fue quedando en la estampida
Se derrumbaron días y semanas
Y un escuadrón de fusileros
Derribo tu pedestal sagrado
Sigue siendo de noche y estoy sola
Sola, sin claridad, ni lámparas que alumbren
Esta soledad vandálica y tremenda
Que cruzaba sin prisa
Mis labios se afanaron por gritarle
Mi corazón latía
En medio de un relámpago morboso
Y se me hincho de pronto la esperanza
Y sentí mucho frío
Una nevada ilesa
Corría por mis muslos
Sonoros
Y confusos
Más no era hora de pensamientos
Sórdidos
Ni de utilizar la lupa
Por eso me hinqué sobre el enjambre
De contoneos varoniles y tersos
Y me hice a la mar de la lujuria
El momento era perfecto
También sonoros los quejidos
Y hasta el sisad de morfas elocuentes
Parecían la gloria
Me dolía la piel
Y hasta el mismo centro
Por donde te metías sin reparos
No era el momento justo para huir
Eran muchos los latidos sobre el pecho
El agua que corría por cada poro en ebullición
Y tú estabas dispuesto
Sin prevenciones ni futuros
Solamente el presente y ser mi dueño
Era de noche y estaba sola
Sola en medio de una soledad confusa y mórbida
Y recorrí de palmo a palmo tu esbeltez usurpadora
Tu cuerpo libido
Tus ojos ofreciéndote
Muchos meses pasaron
encasillados al poder inalámbrico
Tu voz relampagueante con su intenso susurro
Desordenando mi inmensidad de amar
Y fuimos un hombre y una mujer llenos de savia
Una mujer y un hombre capaces y atrevidos
Era de noche y estaba sola
Sola en una soledad que duele y atemoriza
Y no hubo compasión a la hora inesperada
Ni palabras para componer el vaso roto
De nada valieron los instintos
Los ojos en salmuera
El corazón a punto de quebrarse
No hubo tregua al desenlace
Ni a la posibilidad de la defensa
Todo fue quedando en la estampida
Se derrumbaron días y semanas
Y un escuadrón de fusileros
Derribo tu pedestal sagrado
Sigue siendo de noche y estoy sola
Sola, sin claridad, ni lámparas que alumbren
Esta soledad vandálica y tremenda
Sólo tu recuerdo que llega y se va
y tu paso a hurtadillas
sobre el montón de huellas.