Cada noche persigo la huella de tus pasos
Apenas clara
Entre luciérnagas y estrellas inolvidables
Tu sonrisa sin retorno
Tu voz ya sin eco
Entre las ramas retorcidas
De un recuerdo vago y permanente
Y lloro con lágrimas internas
Bajo un cielo cerrado
Y asfixiante
Donde me invento como alivio
Que tu también estas en el mismo sitio
Amándome como siempre
Qué tonta nos volvemos las mujeres
Cuando necesitamos caricias recién nacidas
En manos y labios
Del ser que amamos
Pero no importa que todo sea sortilegio
Amamantado por décadas punzantes
Es noche cerrada
La luna se ve de un verde oscuro
Traspasada por un corazón al rojo vivo
Y eso basta
Para inventarme tú regreso
Entonces, quizás, o tal vez
Me daré cuenta
Te darás cuenta
Nos daremos cuenta
Que debemos ablandar nuestro amor fibroso
Para que duela menos