Todo justifica este
temprano otoño
La tarde con sus
mimos
Enjaulando la
última esperanza
La luz empañada
metida en los espejos
Las abejas
negadas a libar
Al son del
cúmulo de avispas
Todas en
estampida
La luz inmóvil
Detenida para mí
Aterrada
Desplazándome
Entre el musgo
de mi misma
Tenues hilos
parecen empinarse
Y no siento mis
piernas
Ni las bombas
del corazón
Todo indica que
explotaron
En la última
contienda
Donde fui
masacrada